¿Qué Universidad queremos?

25 February 2007 por JMFG

Juan Manuel de Faramiñán Gilbert

Siguiendo con Ortega, hay que realizar un esfuerzo importante y necesario, para “vivir a la altura de los tiempos, y muy especialmente a la altura de las ideas del tiempo”. Esto nos impele a forzarnos por adaptar nuestra institución universitaria a las más modernas corrientes de pensamiento y de gestión. No podemos arriesgar la formación de las generaciones venideras por mantenernos en estructuras obsoletas que no han sabido renovarse.

Debemos plantearnos qué tipo de Universidad queremos, sin olvidar, claro está, las circunstancias locales y regionales de la Universidad de Jaén, que debe servir a su entorno como un acicate de renovación y cambio.

¿Cuáles serán, entonces, los criterios para esa renovación?

a) Parece claro que, en primer lugar, está el servicio a la Comunidad, pero no sólo a la Comunidad Universitaria sino también al conjunto de la Comunidad Social sobre la que se asienta y que alberga sus esperanzas en el motor universitario.

b) No se debe olvidar el factor socializante, ya que la Universidad debe ser un cuerpo vital, abierto a todos sin excepción, donde se forje una élite de pensamiento y de trabajo y que no se vea cercenada en ningún momento por criterios económicos, de clase o de redes de poder. Nadie que tenga voluntad de ser universitario debe ser alejado de esa posibilidad, y sobre todo en una Comunidad como la giennense, donde la Universidad es un logro reciente y donde debemos evitar que el mundo universitario parezca un ámbito cerrado para unos pocos.

c) La Universidad debe constituirse en una plataforma de lanzamiento para otras posibilidades de desarrollo intelectual y profesional. La Universidad no debe constituirse en el final de una carrera de formación, sino que como tal, si realmente quiere cumplir con su cometido pedagógico, debe servir de promoción para avanzar hacia nuevos horizontes profesionales.

d) De entre los modelos de universidades existentes, a lo largo de la historia, se han destacado, partiendo del modelo medieval de la cuna de saberes, el modelo anglosajón que se ha forjado en reducido número de privilegiados y dos modelos continentales como el francés, basado en la impronta napoleónica, que ha querido buscar la formación de clases dirigentes, y el alemán de corte humboldtiano, que ha cargado las tintas sobre la faceta investigadora; sin olvidar el modelo norteamericano que se inspira en criterios anglosajones y continentales. Sin embargo, nos hemos olvidado de recrear un modelo mediterráneo, propio de nuestra idiosincrasia y acorde con las necesidades de temperamento y medioambiente.

e) El modelo mediterráneo deberá ser abierto y dinámico, que sepa reconocer el medio sobre el que actúa y que el medio, a su vez, se reconozca en él. Esa simbiosis necesaria y revitalizadora que implica la sinergia entre los jóvenes que entran, los universitarios que se forman y los profesionales que salen para no dejar jamás de formarse con el impulso que debe haber sabido darles la Universidad. De lo contrario, la Universidad es un modelo frustrante que genera parados e insatisfacción. Éste, justamente, es otro de los principales y fundamentales retos que tenemos por delante.

Ha llegado la hora de saber qué modelo de Universidad queremos. Como entes pensantes, los universitarios en su conjunto no podemos dejarnos llevar por la inercia ni por los acontecimientos. Debemos construir nuestro propio edificio.

La Universidad de Jaén es una universidad andaluza y por tanto mediterránea que debería recrear su imaginario intercultural, plural, abierto y solidario que es el que ha inoculado la cultura andaluza desde hace milenios.

La Universidad de Jaén debe, de una vez por todas, aprender a mirar hacia dentro y hacia fuera.

Mirar hacia dentro significa valorar lo que somos como provincia y como región, sin escatimar esfuerzos en potenciar nuestros perfiles autóctonos y locales, pero también aprender a mirar hacia fuera pues queramos o no, lo sepamos o no, somos un mirador hacia otros continentes y culturas.

La Universidad de Jaén tiene tres horizontes inmediatos que no debe despreciar: Europa, Iberoamérica, y el Magreb. Sin embargo, tampoco debe olvidar los centros neurálgicos de nuestro momento histórico como son el mundo anglosajón y el mundo asiático que hoy pujan como ejes de concentración operativa; y por solidaridad, el mundo subsahariano de los países africanos.

Página web: www.juanmanueldefaraminangilbert.org

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